Generalmente pensamos que perdonar es
aguantar y soportar repetidamente las malas acciones por parte de una misma
persona. No sabemos poner límites o distancia porque pensamos que si lo hacemos
nos comportamos como "personas rencorosas". Pero lo cierto es, que al
permitir a otros que continúen con esas actitudes incorrectas, inevitablemente
se genera sufrimiento para todos como fruto de las mismas.
Desde la perspectiva budista, nadie jamás escapará al fruto de sus
acciones.
Así funciona la ley del karma o la
ley Universal de causa y efecto. Las acciones siempre tienen consecuencias y
debemos soportar el peso de ellas.
Buda dijo:
"Si el odio responde al odio, el odio nunca terminará".
Gandhi dijo:
"Si aplicamos el ojo por ojo y diente por diente, el
mundo pronto estará ciego y sin dientes"
No debemos entender el perdón como un
"mirar hacia otro lado"
respecto del daño que se nos hizo. No debe suponer un cheque en blanco o
mecanismo para liberar de culpa al que nos ofendió.
El perdón se debe entender como un mecanismo para que yo me libéré de la amargura que esa persona dejo en mi corazón; para que yo tenga paz y pueda vivir sin mirar atrás.
Perdonar sobre todo tiene que ver con
romper el círculo de venganza y de odio.
Debemos estar por encima de todos los
resentimientos y tristezas que sentimos y que nos impiden avanzar en nuestro
desarrollo personal.
Evita que brote en tu interior el
odio y la venganza hacia los que te hicieron daño. Si le das cabida a estas
emociones, las podrías somatizar en una enfermedad física o espiritual. ¿Crees
que vale la pena?
SUÉLTALO, QUE DEL RESTO YA SE OCUPARÁ
EL UNIVERSO...
Buda dijo:
"Si no puedes perdonar, vivirás
con tus enemigos, con tus heridas y tu dolor"